Una camioneta negra cargada de tarimas se detiene frente a la tranquera de un terreno interno de La Quebradita, cercano a la intersección de la ruta 307 y la avenida San Martín, donde el conductor apaga el motor y baja la ventanilla. Las tierras, registradas en la Dirección de Catastro como el padrón 682.474, es uno de los tantos lotes fiscales en disputa entre familias de Tafí del Valle y el Gobierno provincial. De contextura robusta, el hombre se presenta como Hugo Salomón Yapura. Está acompañado por dos personas que guardan silencio mientras él llama por teléfono a su abogado, Juan Pablo Torres, antes de autorizar una entrevista con LA GACETA para explicar la situación de su vivienda.

Las tensiones en torno a las tierras fiscales de La Quebradita son de larga data, pero se reavivaron a partir de la decisión del gobernador Osvaldo Jaldo de poner orden y recuperar lo que está a nombre del Estado en los registros oficiales pero ocupado con viviendas de particulares. En esa situación figuran dichas tierras, por lo que el Poder Ejecutivo inició años atrás un juicio de reivindicación contra Hugo Alfredo Yapura, padre de Hugo Salomón (ver aparte). El terreno en disputa está dentro del padrón 682.474, que tiene más de cuatro hectáreas. El sector de las vivienda tiene una forma irregular, parecida a un triángulo. Está cercado por cinco hileras de alambres, y el ingreso está marcado por una tranquera de madera.

Ese terreno que está en litigio judicial comparte padrón con un predio sobre la ruta 307 y la avenida San Martín, que se había destinado para la construcción de un helipuerto, debido a su ubicación cercana a la comisaría, el hospital y el cuartel de Bomberos. Esta semana, el Gobierno constató que ese sector no estaba ocupado, tomó posesión ante un juez de paz e instaló cartelería que da cuenta de que se trata de un espacio verde propiedad de la Provincia.

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En el interior del lote en disputa hay una casa de material —con siete ventanas y una galería—, y varios vehículos estacionados. Hugo Salomón vuelve a tomar el teléfono, esta vez para comunicarse con su familia en El Churqui. Informa que su padre será trasladado hasta el lote en cuestión para sumarse a la conversación con este diario. Minutos después, una camioneta de la Policía tafinista se detiene frente al predio. De ella baja un hombre mayor, de paso lento pero firme, que saluda uno por uno a los presentes.

Hugo Alfredo Yapura cuenta que llegó al lugar en 1963 y que desde entonces lo utilizó para cultivar verduras. Él era jornalero: durante la zafra trabajaba en los ingenios y en los veranos hacía agricultura en Tafí. “El ingeniero Guillermo Torres Posse, amigo y vecino de la zona, le dijo a mi papá que aprovechara este terreno. Se sembraban muchas verduras que se vendían acá y en la capital. Cultivábamos arvejas, lechuga, maíz… Era una forma de sobrevivir”, relata. Según dice, primero levantaron una choza precaria y hace cinco años su hijo construyó la casa de material.

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Hoy viven allí cinco personas: Hugo Salomón, su esposa y sus tres hijos menores. Él cuenta que trabaja como empleado municipal en Tafí del Valle y se define como “jornalero”, aunque en varias imágenes aparece cerca de autoridades del municipio que conduce el intendente Fracisco Caliva; incluso, hay fotografías en las que se lo ve junto a autoridades de la provincia. En publicaciones de la cuenta oficial de la Municipalidad en Facebook, Hugo Salomón Yapura aparece como coordinador de las agrupaciones gauchas.

“No usurpamos nada”

“De chico ayudaba a mi papá con la siembra. Le traía la comida y después lo ayudaba con el agua para el riego. La íbamos a buscar al Pinar de los Ciervos. Eran dos o tres días de acarreo. También pagábamos la cuota de irrigación”, cuenta. Hoy el cerco ya no se utiliza para el cultivo ni ninguna actividad de esa índole.

Dice que personal de Catastro visitó la zona en los últimos días, pero no tuvieron contacto con ninguno de los habitantes. “Se pararon en la zona de la calle, pusieron esos carteles de espacios verdes, pero nunca se acercaron a la casa. Es más, tomaron algunas fotos desde lejos. Antes nunca se acercaron”, describe Hugo Salomón. También dijo que el Municipio no realizó ninguna queja respecto de su presencia en el terreno. “Nosotros estamos preocupados porque tenemos una casa en este lugar. Si nos sacan, ¿a dónde vamos a ir? Es una casa que mi viejo siempre la tuvo. Hace una semana recién aparecieron”, cuestiona.

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“El Gobierno debería ver la parte humanitaria. Si nos sacan de acá, tendrían que darnos una solución. No podemos quedarnos debajo de los árboles. Para arriba, hay muchísima gente que sigue en estas condiciones”, agrega el padre.

Hugo Salomón, además, mostró un sendero que se encuentra por el frente del terreno, que supuestamente se encontraba dentro del cerco. “Hay mucha gente que está afectada. Muchos lugareños. Todos nos preguntamos qué va a pasar. ¿Por qué esto solo cae con nosotros, los lugareños, los pobres, los tafinistos? ¿Por qué no con la gente que tiene plata? ¿Por qué no con legisladores u otros cargos? Nosotros no usurpamos nada”, reflexiona.

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Por ahora, la tranquera sigue abierta, la casa sigue en pie y los Yapura siguen esperando. El conflicto por las tierras fiscales en Tafí del Valle, como muchas otras disputas por el territorio, todavía no encontró su capítulo final.